Problemas de pareja por hijos no comunes

Cada vez son más frecuentes los problemas de nuevas parejas por los hijos no comunes provenientes de anteriores relaciones sentimentales.

Ya es complicado que una pareja pueda mantener una estabilidad emocional en los tiempos que corren en los que parece que la fugacidad sentimental está a la orden del día.

En los casos en los que una pareja tiene que gestionar su relación hacia dentro y la dimensión de los hijos comunes y no comunes. Parece que está más normalizado respecto de los hijos comunes, pero respecto de los hijos de uno sólo de los cónyuges parece que no termina de estar normalizado.

Cuando se conoce a una persona se debe de aceptar tal cual es y con sus circunstancias. Lo físico, lo psicológico, la personalidad, las circunstancias personales y familiares.. etc. Cuando se comienza una relación con otra persona y esta tiene hijos, lo mínimo es que se respete dicha cuestión, de manera que se consolide en la dirección que se considere oportuno, pero sin prejuicios ni reproches.

Pueden haber problemas por los hijos no comunes, pero tal vez el problema no sea la existencia de los niños, sino en todo caso la manera de gestionarla. Los adultos son los que deben de poner de su parte de manera correlativa a la madurez que se le presume y deben de ser el ejemplo de los niños, con independencia de que se ataren de hijo comunes o de uno sólo de los esposos.

La pareja debe de ser generosa y no lastrar con prejuicios que puedan acabar posicionando entre la espada y la pared por tener que elegir en mayor o menor medida entre los hijos y la pareja.